Feliz año! se acabó un gran 2012 con muchas alegrías a bordo. Vi, en el estadio, a Millonarios campeón por primera vez en mi vida; me gradué como profesional, tuve una gran experiencia a nivel laboral y no vi por ningún lado a Víctor Mallarino en televisión. Lo triste era que se terminaba un año par, y a pesar que yo no soy muy ‘cabulero’ a mi los años impares no me generan confianza. Así que no estuve muy contento el 31 de Diciembre. Bueno, de hecho nunca estoy contento en ese mes gracias a la multiplicación de ‘choros’ en la calle, el tráfico, las reuniones familiares obligadas (novenas) y porque cada vez los regalos navideños son más y más chimbos.
Yo pensaba que recibir medias de navidad era tocar fondo, pero sorprendido me di cuenta que no cuando recibí, de regalo, unas fotos impresas y que no eran para mi, eran para la Familia Cabrera González. “Venga, y cómo hijueputas hago para fingir sorpresa y agradecimiento por recibir de regalo un cuadro con tres fotos pegadas que ni siquiera es para mi?”. El próximo año no me imagino el regalazo…
Pero bueno, navidad atrás, el año 2013 arrancaba con mucho trabajo pero sin vacaciones y muy rápidamente llegaba Marzo con la convocatoria de Pékerman para los enfrentamientos contra Bolivia y Venezuela, el último de visitante.
“Bolivia en Barranquilla es papita pa’loro”, “Eso les ganamos fácil” era la opinión generalizada de la gente en Colombia pero aun no ocurría la hecatombe que se esperaba y yo presentía una caída futbolística. En ‘Quilla’ el DT paró el siguiente equipo:
La idea principal de Pékerman era la misma de los partidos anteriores, sólo que más ofensiva, con los laterales muchísimo más lanzados al ataque, con la misión de encarar al que se les pusiera por delante y trasladar el juego a las bandas. Para eso, abrió un poco a la derecha a Aguilar y centralizó a Valencia, que al sacar al equipo desde atrás, se metía entre los centrales para que Valdés y Yépes ganaran espacio hacia adelante. Mac en su rol de 10 y James un poco más a la izquierda como había sido usual, Teo por derecha y Falcao moviéndose por donde quiso.
Defensivamente, la estrategia era recuperar el balón en la mitad del campo, en el sector señalado cuando se perdiera el balón en jugadas de ataque para poder sorprender a Bolivia con los ya usuales contragolpes rápidos Colombianos. De hecho, así vino primer gol de Colombia. Aprovechando la gran cobertura de espacios de Valencia, Aguilar pudo presionar arriba junto a Macnelly, que seguía muy juicioso en marca; James y Teo también presionando ayudando en la recuperación. Fueron pocas las veces que Colombia se vio forzada a retroceder y defender cerca de Ospina, pero en esas contadas ocasiones la defensa sufrió.
En el primer tiempo, la selección generó muchísimas opciones de gol y se vio muy fluida en ataque pero solamente logró meter una. Ya en el segundo tiempo, las opciones de gol siguieron llegando, se desperdiciaron algunas, pero llegaron los goles por todos lados. Dos de las 5 anotaciones, valga la pena mencionar, vinieron de los pies de dos de los cambios del DT, que ingresó a Armero pasando a la derecha a Zúñiga, para darle descanso a Cuadrado y el cambio de Aldo por Macnelly. Buen partido y Colombia por fin cumplió con la asignatura pendiente de jugar responsablemente contra un equipo ‘inferior’ y marcar diferencia con un 5-0. “Buena por esa Profe”
Con aire en la camiseta, con la espinita de haberles empatado en Barranquilla y las ganas de callarle la jeta y ese ímpetu chavista (recién muerto el ex presidente) al en ese entonces DT de Venezuela César Farias, el partido contra Venezuela era el siguiente paso a dar en la búsqueda de la clasificación al Mundial. Por allá en Puerto Ordaz, el profe paró el siguiente equipo:
Esta vez, Pékerman consideró un 4-2-3-1 que permitía llenar el medio campo con un volante más, en este caso Cuadrado, a cambio de sacar al segundo punta, Teófilo. La idea era atacar por los costados: Por la izquierda, Armero pegado a la raya proyectándose todo lo que quiso y por la derecha, Cuadrado pegado a la raya y Zúñiga involucrándose al ataque un poco más por el centro. Aguilar aportando muchísimo manejo junto a Macnelly en el centro y James en su usual función como Volante por izquierda con diagonales al centro para juntarse con Falcao, Mac y Abel. La directiva de Pékerman era la de buscar a Falcao por aire y tierra.
Defensivamente, la idea era contener los balonazos largos hacia los dos ‘9’ que puso Farías, que eran el centro de la estrategia del Venezolano. Para esto, alineó a Perea y a Valdés tomando a los delanteros hombre a hombre más el apoyo de Valencia, metiéndose entre los centrales como un líbero en ocasiones, y de Aguilar pendiente de los rebotes. Los dos laterales jugando muy cerca de los defensas centrales para estrechar el campo y facilitar la recuperación de esa segunda jugada después del pelotazo local. Esta vez se vio más activo en la marca a Cuadrado que a Macenlly y a James más suelto arriba con ‘Falca’.
La estrategia parecía la correcta a pesar que temprano, en el primer tiempo, Venezuela logró anotar tras un error de Perea en su principal tarea del día: “Ojo con Salomón Rondón y los balonazos largos, el man es fuerte y le va a echar el chasis encima”. Seguramente Amaranto empezó el partido distraído porque le permitió un par de jugadas al fuerte y grandote delantero rival.
Después del gol local, Colombia se montó en el juego y dominó todo el primer tiempo pero sin crear mucho peligro, se notaba la falta de otro delantero porque ni Macenlly, James o Cuadrado pisaron el área como se debía para compensar la falta del otro punta. Fue extraño, Cuadrado jugó por Teófilo, se puso en la derecha y se jugó muchísimo más por el costado de James, el izquierdo.
Efectivamente, en el segundo tiempo el DT buscó generar más peligro ingresando a Bacca y Teo por Cuadrado y Macnelly. Lastimosamente, a pesar de haber dominado la posesión del balón, Colombia no generó muchas opciones de gol y desperdició las pocas que tuvo. Finalmente la selección terminó perdiendo el partido 1 a 0 en un marco tremendamente intenso en Venezuela debido a la reciente muerte de Hugo Chávez, quien parece que reencarnó rápidamente en el DT Farías que, con su también rupestre y agrandada actitud, pontificaba:
“Lo de hoy se explica sencillamente con la siguiente frase: La victoria no tiene sustituto. Si seguimos en esta dinámica, estamos metidos en el mundial…”
Y no sólo se atrevió a filosofar, este tipo también se atrevió a hacer este otro apunte, luego de la victoria por supuesto:
“Este es un ‘twitter’ del tal Míster Chip, que aveces sale con cosas interesantes: Todo equipo que, en las mismas eliminatorias, le ganó a Argentina y a Colombia clasificó al Mundial en el cuarto puesto o en el repechaje…”
Sin más que decir acá, cierro esta entrada con el siguiente dato: Ése hombrecillo nauseabundo ya no es el DT de la selección venezolana de fútbol.
Glosario:
1. Choro, sustantivo sinónimo de ladrón, atracador o amigo de lo ajeno, básicamente una definición Joseph Blatter.
2. Papita pa’loro (Papa pequeña para el loro), expresión Colombiana para identificar algo que es muy fácil de conseguir.
Bibliografía:
– footballtactics.net para hacer los dibujitos tácticos, excelente herramienta
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