Jueves 8 de Octubre de 2015: Me encontré la triste noticia que no iba a tener ninguna alternativa al Gol Garracol para ver el partido de Colombia y eso me hizo enojar. Esperaba poder oír la narración de ‘Jotas’ Mantilla (para mi el mejor narrador Colombiano, a diferencia de otros homúnculos) en Directv durante los próximos 2 años de Eliminatorias, pero no; así que hice lo que todo jóven Colombiano hace en estas circunstancias: Quejarme en Twitter y aceptar la realidad que Eduardo Luis, Jota Mario, Willian Vinasco y este tipo Javier Hernández Bonnet son seres inmortales con el don de la ubicuidad para atormentarnos hasta el día que se nos acabe la vida.
Después de hacer catarsis, bajarle al enfado y sintonizar el canal Caracol, me encuentro con la ‘dicha’ que Rupestre Dangond iba a cantar el Himno Nacional en el estadio y finalmente entendí cómo es que suena un personaje de estos cuando no tienen un ingeniero de sonido detrás o cuando uno no está borracho escuchándolo en una discoteca. Recibí malas miradas cuando manifesté mi inconformidad con el interprete de nuestro símbolo patrio musical pero luego me vi gratificado cuando les devolví a todos su mirada de “¿Sí ven? Yo les dije!”.
Al terminar los actos protocolarios arrancó el partido, Pékerman armó el siguiente equipo para buscar la victoria ante Perú en Barranquilla:
En fase ofensiva, con un 4-3-3, la idea del DT era que Colombia atacara por los costados usando sus laterales y a sus tres centrocampistas para mover a la defensa rival de banda a banda y desgastarla con el clima, mientras que Teófilo por el lado de Petro y Cuadrado por el de Uribe (como segundas puntas) trataban de desequilibrar, generar profundidad en las bandas y buscar los espacios que Carlos Bacca, generaba con sus movimientos.
Colombia dominó la posesión del balón en el primer tiempo, sobre todo porque Perú no presionó la salida de Colombia y nos esperó pasivamente entre primer y segundo cuarto de cancha; sin embargo, los de arriba, excepto MegaTeo, no parecieron tener la velocidad para ejecutar el último pase o rematar al arco con puntería. Por lo tanto, Colombia no generó oportunidades de gol con ese control de balón y afortunadamente nos encontramos un gol en una jugada de pelota quieta que, vale la pena mencionarlo, pareció muy bien trabajada porque la habían ya intentado un par de veces.
Al perder el balón, el cuerpo técnico ubicó al equipo en todo el segundo tercio de cancha para presionar a Perú en los costados con la ayuda de Cuadrado, Cardona y Guarín junto con el apoyo desde más atrás de Carlos Sánchez. Los laterales presionaban desde el centro hacia afuera para obligar a los volantes de Gareca a jugar por las bandas. De vez en cuando, Teófilo y Bacca se sumaron a la presión en ese sector del campo cuando trataron de salir los laterales peruanos.
En general la estrategia sirvió porque Colombia recuperaba muy rápido el balón, aunque lo repito, Perú no estaba muy convencida de atacar con mucha gente, y eso facilitó la tarea de recuperación de don José Néstor.
Hasta ahí todo bello, ganábamos y si Perú seguía atrás no había de qué preocuparse, pero no sería así de fácil porque en el segundo tiempo Gareca dio la orden de atacar un poco más. Se nos complicó la tarea defensiva cuando nuestro bloque de presión se vio superado y nos vimos forzados a retroceder porque, una vez pegados a nuestra propia área, nuestro medio campo de contención fue incapaz de recuperar la pelota; tema que Pékerman quiso arreglar de inmediato con el ingreso de Mejía y el equipo quedó así:
Con los problemas de marca en las bandas cerca al área, Pékerman decidió pasar de tener tres mediocampistas a tener dos y jamás fue suficiente para cubrir el ancho del campo; al final Sánchez estaba que no podía más del esfuerzo hecho. Cuadrado aportó algo por su costado pero el lado que le correspondía a Teo no estuvo tan bien cubierto y con el ingreso de Reyna estuvimos a punto de recibir el gol del empate.
Gracias al nivel individual de nuestros defensas logramos aguantar y en casi el único contragolpe profundo (Ya con Perú completamente al ataque) pudimos marcar el segundo gol y terminar el partido con una victoria.
Victoria que sirve mucho y que Colombia estaba obligada a conseguir, sin embargo, a mí no me convenció el juego de Colombia y mucho menos las variantes tácticas y nominales que llegaron del banco. No podemos quejarnos porque ganamos, aunque no lo merecíamos, no con esa muestra de falta de respeto a nuestro bello Himno Nacional.
Contra Uruguay ya veremos qué gallo cantará…
¿Usted qué opina del partido?¿le gustaron los cambios de Pékerman? Están invitados a dejarme sus opiniones en mi cuenta de Twitter @SantiCabG y a compartir este blog en todas sus redes sociales. Próximamente terminaremos este capítulo con el cierre de fecha FIFA ante Uruguay en Montevideo.
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