En estos días, debido al mal desempeño de la selección Colombia a nivel estratégico y actitudinal, han surgido muchos comentarios acerca de los métodos de selección de nómina y elecciones tácticas de Pékerman; Sin embargo, uno de los temas que más repetido he visto en la gente y el periodismo deportivo es la falta de liderazgo en la selección Colombia. (no olviden ver el ‘rifirrafe’ entre el Pibe Valderrama y Freddy Guarín). Porque ese cuentico de que los líderes somos todos no me lo como ni a palo.

En mi opinión, el liderazgo no es una vaina que se aprenda leyendo libros o haciendo esos cursitos en fincas donde llevan a la gente a hacerla llorar y dudar sobre todas sus decisiones de vida para posteriormente introducirle en sus cerebros pajazos mentales que los convertirán en seres humanos con una moral sobre valorada y redes sociales llenas de frases ridículas de superación personal. Y lo peor es que hay gente que paga millones de pesos por esos cursos. Para mi, volviendo al tema de selección, el liderazgo tiene algunos aspectos, que una persona genera con el desarrollo de su carrera, sus habilidades y su carácter como lo siguientes:

  • A una persona o jugador de fútbol nadie la va a considerar un líder si no hace su trabajo de forma sobresaliente. ¿Con qué cara una persona que no cumple con sus funciones a la perfección le va a reclamar a otra sobre su desempeño?
  • Más allá de hacer bien su trabajo, el líder tiene que estar en la disposición de llegar hasta las últimas consecuencias para lograr los objetivos del equipo y poner a disposición la misma (o incluso más) entrega que sus compañeros. ¿Con qué cara un líder le exige a un compañero mayor entrega si él mismo no se entrega al máximo?
  • También hay características de personalidad que son propias de un líder; pero no se confunda, el carisma no tiene nada que ver con liderazgo. Ser carismático, gritón o mandón no sirven para nada si el “líder” es egoísta y no le interesa el desarrollo y desempeño de los demás en beneficio del grupo.
  • Un líder debe tener también experiencia; debe haber sobrevivido varias batallas, haber sufrido las consecuencias de malas decisiones y llevar las cicatrices de esos fracasos con orgullo para evitar que sus compañeros cometan los mismos errores y sean capaces de llegar más lejos que él. ¿Con qué cara uno le exije a otra persona que no cometa ciertos errores si uno mismo no los ha cometido?
  • Finalmente, el líder tiene que conocer el funcionamiento del grupo para poder exigir y motivar a los demás integrantes. ¿Con qué cara le exige un defensa a un mediocampista que cumpla con ‘x’ o ‘y’ tarea si no conoce, así sea de forma general, la función que este desempeña?

Así que no nos comamos el cuento que el líder es el que más grite, mejor juegue, más simpático sea con los compañeros, más fuerte hable en los medios de comunicación o el que de más patadas a los rivales en el campo. Es cuestión de conocer al equipo, lo que quiere el DT en el campo y que los compañeros le crean el cuento porque lo respetan.

¿Qué jugadores han hecho su trabajo con máxima responsabilidad en la selección, se han esforzado al máximo en su carrera, han sufrido eliminaciones de mundiales y fracasos futbolísticos, y tienen la capacidad de ayudar a transmitir una idea táctica en el campo de juego y lo más importante aún, piense más en beneficiar al grupo que en otra cosa?

Mario Alberto Yépes cumplía con todas estas condiciones y para mi son muy pocos los jugadores con el potencial de llegar a hacer lo mismo. Tengo cierto palpito con Abel Aguilar y Radamel Falcao que ojalá se cumpla. Para ustedes, ¿quiénes cumplen con tales condiciones? Bienvenidas sus opiniones y comentarios en mi cuenta de Twitter @SantiCabG . Los invito también a compartir este blog en todas sus redes sociales para poder llegarle a más lectores.