Hay que salir de la fosa
Siempre es incómodo sacar fuerza para escribir después de una derrota; sobre todo con el aura de negativismo en contra de la selección en hinchas y prensa, por un partido en el que salió todo mal. Este partido le salió peor a Queiroz que el plebiscito al expresidente Santos. Le salió peor que el Plan de Negocios de Ecomoda a don Armado y Betty la Fea. Pero no le salió peor que la apuesta de Pachito Santos con las elecciones presidenciales en EEUU.
Aún así, acá estamos, para analizar el próximo encuentro contra Ecuador, con la vista en los tres puntos. Una dura derrota no debe acabar con todo lo que ha construido esta selección en diez años; y esta no será la excepción.
Ecuador
Ecuador de Alfaro, ¿dos golondrinas hacen verano?
Cuando el profesor Gustavo Alfaro llegó a Ecuador, se especulaba que la selección iba a ser un equipo defensivo más, sin mucho brillo ofensivo. Hasta el momento, Ecuador ha sido todo lo contrario; sin embargo, este formato de torneo beneficia al equilibrio y la experiencia por encima del desdén ofensivo de un equipo joven e intrépido.
Esta Eliminatoria no es una carrera de 100 metros, es una maratón con relevos, obstáculos, lanzamiento de jabalina, tiro con arco y manejo mafio-político. No obstante, este equipo es más que digno de analizar.
Con un 4-4-1-1 o un 4-2-3-1, Ecuador se fortalece en el juego directo por las bandas; a pesar de esto, Alfaro se sale del estereotipo equipo ecuatoriano, sumando jugadores de alto criterio con el balón en posiciones clave.
El DT ha sido inteligente en armar un equipo para que Ángel Mena y Moisés Caicedo repitan de memoria lo que hacen en sus clubes. Ambos manejan los tiempos del equipo, Mena desde un rol similar al de James (que interpreta hace tiempo en el León de México) y Caicedo desde el eje, basculando el juego de lado a lado rápidamente.
En el módulo de ataque, el cuerpo técnico tiene variantes para amoldarse al rival o a las condiciones que enfrenten. Cuentan con delanteros potentes como Estrada, segundos puntas versátiles como Enner Valencia o Mena (cuando ocupa esa posición) e incluso armadores de juego clásicos como Sornoza. Esto sin contar importantes ausencias como la de Felipe Caicedo o Juan Cazares.
En la fase defensiva, la solidez sigue siendo una asignatura pendiente por varios motivos. Principalmente, el despliegue profundo y constate de sus laterales es una invitación al desequilibrio, por más despliegue físico que posea su eje de contención. Sumado a esto, Ecuador comparte una debilidad con Colombia: constantes fallas en concentración y consistencia en defensa.
Con este panorama, es fácil entender por qué esta selección ha sido la gran sensación de las Eliminatorias. Veremos si logran consolidarse como algo más que una sensación.
Claves para la victoria ante Ecuador
Volver a jugar, a disfrutar
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En una columna anterior (léala acá), destacamos las alternativas tácticas y el enriquecimiento nominal que, hasta el momento, había desarrollado el profesor Queiroz. Este trabajo no se puede perder ante las adversidades de unas Eliminatorias, por más sorprendentes que sean.
Debido a esto, es necesario que el cuerpo técnico sea el primero en confiar en las variantes tácticas que ha trabajado y le transmita esa idea a sus dirigidos. Quiero volver a ver las rotaciones en los costados, las permutas posicionales en el mediocampo; pero más que todo, quiero ver a mi selección tranquila en el terreno de juego.
Presión con seguridad
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Es por esta razón que, a diferencia de lo hecho en Barranquilla, Colombia se beneficiará de presionar a los zagueros ecuatorianos. Sobre todo con el regreso de Dávinson, que aportará su velocidad en defensa para brindar confianza en la búsqueda del error del rival.
Esta sugerencia es arriesgada, pero la única forma de reponer el desastre contra Uruguay es con tres puntos de visita; un solo punto de seis es un déficit difícil de compensar más adelante,.
Paciencia contra Ecuador
Es imposible no recordar nuestro impecable partido en Quito rumbo a Rusia 2018. Las combinaciones entre James, Cardona, Cuadrado y Miguel Borja enloquecieron al equipo ecuatoriano. Y dadas las circunstancias actuales, soy partidario de asumir, para este partido, una filosofía de ubicarse en campo contrario y buscar espacios con calma, en vez de entrar en el juego de transiciones verticales con muchos jugadores al ataque.
Solamente contra Venezuela y unos minutos iniciales contra Chile, hemos podido gozar de espacios para atacar con velocidad. Ecuador, ya con tres puntos en el bolsillo, estará muy cómoda para aprovechar el desespero del equipo de Queiroz.
Advertencia arbitral
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El profesor tuvo que asumir la incómoda tarea de poner el grito contra el arbitraje contra Uruguay (que en mi opinión está bien fundado); no para justificar la derrota, sino para que la inconformidad sea evidente y la comisión arbitral esté prevenida para evitar inconvenientes futuros.
Fue un mecanismo de anticipación, una estratagema para contrarrestar malas asignaciones arbitrales en los próximos partidos, y de paso para que el árbitro en Quito se la piense dos veces al momento de no apoyarse en el VAR para decidir jugadas polémicas.
Actualización Eliminatorias
La versión visitante de Alfaro
Con una Copa América regular, el profesor Gustavo Alfaro entendió que su equipo requería una alternativa táctica para partidos con mayor exigencia en lo defensivo, sin a sacrificar sus laterales ofensivos. Para esto, el cuerpo técnico quiso emular el 3-4-3 moderno que hoy vemos interpretado de distintas formas como el Chelsea de Tuchel o la Atalanta de Gasperini.
Al ataque, es un equipo flexible, cuyas únicas posiciones fijas son las de los laterales volantes y los dos mediocampistas; Gruezo fijo frente a los zagueros y Caicedo más adelante, asumiendo un rol de organizador. Por otro lado, el módulo de atacantes fluctúa constantemente.
A veces, el módulo se compone con Estrada de ‘9’ tradicional con dos delanteros externos que se relevan la función de ayudarle a los mediocampistas para la progresión del juego y el acompañamiento en el área; en otras ocasiones, juegan sin referencia fija en el área, y entre Mena, Plata y Enner intercambian roles con frecuencia.
Otros jugadores que pueden entrar en este módulo de ataque son Ayrton Preciado, Joao Rojas o Bryan Angulo, si requiere refrescar el juego interior, el desborde o la presencia en el área.
En defensa, este sistema le ha proporcionado mejor cobertura en carriles interiores con tres centrales y dos mediocampistas de contención, aunque sacrificando solidez en las bandas cuando su bloque defensivo es obligado a retroceder; esto es debido al largo retroceso que deben hacer los delanteros externos, sobre todo con roles tan flexibles en ataque. En consecuencia, Ecuador no siempre puede replegar su bloque defensivo completo a tiempo y le otorga ciertos espacios al rival en los costados.
Presión flexible a Caicedo
Para Ecuador es fundamental el soporte de este joven jugador puesto que él es el encargado de mover el ataque de su equipo de un costado al otro, prolongar el juego interior e incluso filtrar balones al área; y todo lo hace bien, difícilmente encontramos un partido bueno de Moisés que no haya corresponda a un resultado favorable de Ecuador. No obstante, no es un jugador fácil de referenciar porque se mueve en diferentes alturas del equipo y ocupa diversos carriles del campo.
Consecuentemente, este tipo de jugadores que no se dejan marcar por un solo jugador (Matheus o Barrios) se le complican a la selección de Rueda. Sobre todo, porque Mena y Plata también centralizan su juego constantemente. El entrenador tendrá que comprometer a otros mediocampistas para echar una mano en la contención central del juego; sea Quintero, Róger o Borré, no pueden abandonar al doble 5 colombiano.
No perder un tiempo
Afortunadamente, la selección ha salido indemne de dos arranques de partidos flojos. Gracias al VAR, a Ospina y a la falta de puntería de los rivales, Rueda ha tenido la oportunidad de ajustar su equipo sin la necesidad de remontar un marcador. Sin embargo, esto no puede seguir sucediendo. La obligación de ganarle a Ecuador en casa va a pesar fuerte en los jugadores de la selección, si se desperdician nuevamente 45 minutos nuevamente y la frustración se acumula en el segundo tiempo.
El cuerpo técnico tendrá que insistir en un libreto adicional si las cosas no salen como él espera en el arranque del juego. Entonces cada vez que el rival ejerza presión alta y la zaga se ponga nerviosa con el balón en los pies, ¿vamos a quedarnos sin solución hasta que el rival se canse y lleguen las correcciones en el entretiempo?
Para mí es fundamental que en la delantera contemos con jugadores que ofrezcan soluciones diversas, como Duván Zapata, que puede ganar el 1 vs 1 en la raya, puede aguantar el balón y ser una solución de juego directo si la generación de juego sigue siendo una carencia.
La Calor y el alter-ego
Contra Brasil en Barranquilla vimos cuatro equipos: dos Colombia y dos Brasil, separadas por el cambio del clima y el desgaste entre las 4:00pm y las 6:00pm. Lo mismo ocurre en los matrimonios, una cosa es el la esposa del jefe, y la madrina eufórica, antes del tercer whiskey y otra cosa es después de ‘la hora loca’. Incluso le sucedió a Neymar, que pasó de estar feliz de compartir equipo con Messi nuevamente, a plantearse un retiro temprano del fútbol; el calor barranquillero y el Old Par comprado en San Andrecito acaban con cualquiera.
Teniendo esto en cuenta, y con una posible mejor respuesta al calor del jugador ecuatoriano, será muy importante el relevo desde el banco de suplentes y, sobre todo, una mejor gestión del primer tiempo.
¿Cómo alcanzaremos la victoria contra Ecuador?, opine.
¿Cree usted que Alfaro optará por esperar o presionar a Colombia?, ¿esta vez el VAR nos jugará a favor o en contra?, ¿Se repetirá ese primer tiempo de ensueño que tuvimos contra Chile?
Para finalizar, los invitos a que discutamos sus respuestas en nuestro Twitter o en nuestra cuenta de Facebook. No olviden apoyarnos compartiendo esta columna en todas sus redes sociales y contándole a sus conocidos sobre nuestro blog. Un abrazo.
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