¿Cómo facilitar este partido?

Estamos en un momento difícil en Colombia; y con seguridad, la Federación, el gobierno nacional y grupo Char estarán juntando todos sus poderes, en reuniones clandestinas; esto para evitar que este partido de Eliminatorias termine como los juegos de Libertadores que vergonzosamente se jugaron en Barranquilla.

Quizás esa sea la razón de esa tal reforma a la policía, o de la tensa calma que se vivió el fin de semana después del resurgimiento de amenazas paramilitares. O quizás simplemente, se reúnen para decidir quien va a ser su candidato a la presidencia y cómo lo apoyarán desde el fútbol; así como hicieron en Perú.

Pero lo más seguro, es que se hayan reunido para acordar una forma de decirle a Martuchis que ella no será candidata presidencial, sin romperle la silla el corazón. Bueno, hablemos de fútbol.

Argentina

Scaloni y su recuperación

Increíble o no, esta selección no contaba con una base sólida; un técnico jóven, una nómina entrando en la veteranía y conflictos de Lionel Messi con la federación. La era Scaloni empezó tambalenado, como se esperaba y además se tropezó con el mejor partido de la selección de Queiroz en la Copa América de 2019. No obstante, esa derrota obligó al cuerpo técnico a buscarle soluciones al funcionamiento del equipo; o en otras palabras, al funcionamiento de Messi dentro del equipo. Y las encontró con un sistema que nos hace recordar a la Argentina de José Néstor Pékerman.

Su versión de Argentina

El entrenador, para solucionar la desconexión de su mejor jugador, decidió rodearlo con tres mediocampistas que no distan de las características de aquellos colegas lo que llevaron a lo más alto del fútbol con Barcelona. Tanto Paredes, como Lo Celso y De Paul son capaces de encontrar al 10 empezando una jugada desde su propia cancha o contra un rival que se agrupa defensivamente. Después de eso, con un jugador como Messi, constantemente activo y dos delanteros en frente de él, lo demás fluye con naturaleza.

Después de un insulso empate en casa contra Chile, no me extrañaría que Scaloni vuelva retome el sistema que mejores resultados le dieron. Con Ocampos, Correa o el Kun acompañando a Lautaro, Lionel tiene más opciones para desprenderse del balón y desmarques que le ofrezcan espacio para la hacer la individual.

Habiendo dicho esto, la ventaja del sistema que usó contra Chile, es la capacidad de retroceso que tienen Ocampos y Di María; aunque si Scaloni revisa la altura en la que los laterales de Rueda se encuentran generalmente, quizás no tenga tanto sentido tener a esos dos jugadores, sacrificando a Lautaro entre los centrales colombianos.

Claves para la victoria ante Argentina

Cobertura extra

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Mucho se ha hablado del rol que han cumplido Carlos Sánchez y Wilmar Barrios en los mejores encuentros, recientes, de la selección contra Argentina. Ellos dos, jugaron como pivotes defensivos, detrás de dos volantes mixtos, ofreciendo coberturas, sobre todo en el sector en el que Messi pretendía ejerver superioridad numérica.

En el único partido que le hemos visto a Rueda, la selección no utilizó este rol, sino que repartió la contención del mediocampo entre Cuéllar y Matheus. Consecuentemente, la presencia de uno de los mejores jugadores del mundo podría obligar al DT a poner a Barrios como guardaespaldas de esa dupla que se estrenó en Lima; esto, sacrificando la presencia de Luis Díaz o Muriel (dependiendo de qué lateral derecho use Scaloni)

Después de un buen desempeño, es difícil pensar que Wilmar deba reemplazar directamente a Cuéllar o a Matheus. Sin embargo, las exigencias ofensivas de Perú no son las mismas que las de Argentina, que se fortalece en ese sector del campo con excelentes jugadores.

Banda derecha argentina, ¿Montiel o Foyth?

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Recientemente, suena la posibilidad de que Montiel sea la rueda de ataque por la banda derecha, tal y como lo hace en River. Su presencia podría permitir que Argentina explote sus mejores intérpretes en los carriles interiores del campo mientras el lateral se adueña de la banda. Por otro lado, Foyth es un lateral contenido en sus tareas ofensivas, pero que, igual que el mediocampo argentino, tiene altísima capacidad de romper líneas de presión con sus pases y tiene la capacidad de encontrar a sus compañeros con facilidad.

Si el DT Scaloni se decide por la profundiad de Montiel, seguramente Díaz sea la opción para acompañar a Tesillo en defensa; y aprovechar los espacios que dejará el lateral de River en ataque. Si el entreador argentino se decide por Foyth, no me parecería tan arriesgado que Muriel pueda recostarse en ese costado; y contar con otro mediocampista en el eje, en vez de Lucho Díaz.

Cardona, haga lo suyo

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Para nadie es un secreto que la presión de jugar en Barranquilla pese sobre el equipo y que las cosas no se den fácilmente de entrada. Si llega ese momento en el que Cuadrado se acelera, Díaz pierde claridad y que Muriel se desaparece (todas posibilidades que conocemos), lo ideal sería contar con el único futbolista “diferente” que tenemos

Edwin, con un cambio de frente, un remate de larga distancia, o simplemente aguantando el balón con su cuerpo y una gambeta, puede encontrar la llave para desbaratar a un equipo que tampoco estará pensando en defender (salvo que vayan ganando)

Jaminton Campaz apenas estará poniéndose los guayos para entrenar con sus compañeros. Adicionalmente, jamás debemos olvidar que a Edwin le debemos, en parte, la clasificación a Rusia 2018. Su personalidad jamás le permite achicarse en partidos así.

Balones quietos

Afortunadamente, Rueda abrió la puerta del juego aéreo que se cerró, extrañamente con Queiroz (siendo un entrenador de “corte europeo”); con Reinaldo llegaron goles por lo alto que valen puntos. Ahora, el reto es seguir imponiendo esa característica de esta generación de futbolistas. No obstante, contra equipos como Uruguay, Argentina y Brasil, siempre tenemos una desconcentración por esta vía y, en muchos casos, hemos perdido el control de un partido en este tipo de juego. La concentración será clave; ya el biotipo no es excusa.

Actualización Copa América

Regresamos a una Semifinal después de la Copa América Centenario en 2016, nuevamente gracias a la certeza en el cobro de penaltis y la actuación de David Ospina. En esta ocasión, el rival será Argentina, que enfrentamos hace apenas un mes en Barranquilla, por Eliminatorias.

La selección de Scaloni ha cambiado poco desde ese entonces, pero el equipo de Reinaldo continúa su metamorfosis; ahora, con una creciente solidez defensiva y una capacidad goleadora disminuida, buscaremos llegar a una final de Copa América, en territorio neutral, por primera vez en nuestra historia. Y como en el partido en nuestra columna anterior, casi todos los arriba mencionados son útiles; sin embargo, quiero resaltar unos más, enfocados en lo que será este encuentro.

Ceder la presión y sortear la presión

Por un lado, la selección de Rueda ya puede sentirse tranquila de haber cumplido su objetivo principal: jugar la mayor cantidad de partidos posibles y consolidar un equipo, que apenas lleva un mes trabajando, para terminar las Eliminatorias; consecuentemente, la obligación de ser campeón de la Copa no debería pesar tanto en nuestra selección. Caso contrario el de Argentina, que tiene unas expectativas y obligaciones diferentes; más aún sabiendo que a Messi se le acaba el tiempo de conseguir títulos con la selección de mayores.

Por otro lado, ya en la cancha, sí tendremos que contar con alternativas para superar la presión alta con la que Argentina querrá comenzar el partido y repetir los dos goles tempraneros que marcaron en Barranquilla. Ellos saben que nuestros centrales se ponen nerviosos y que Cuéllar será su rueda de apoyo; así que los buscarán mientras físicamente sea posible (unos 30 minutos máximo).

Si logramos encontrar a Duván con pelotazos largos (y ganar el la segunda jugada) o si encontramos espacios a través del retroceso de otro mediocampista o el mediapunta que acompañe a Zapata, para avanzar con el balón, seguramente podremos explotar las debilidades defensivas del equipo de Scaloni.

Borrear a Paredes

Argentina arma un rombo envidiable de pasadores en el centro del campo. La punta ofensiva del rombo será Lionel Messi, que estará rodeado por centrales y el el eje de contención; no obstante, la clave del dominio territorial de Argentina pasa por la punta defensiva del rombo, que ocupa Leandro Paredes, que normalmente juega libre porque el rival se preocupa más por Messi, Lo Celso y De Paul.

Con esa libertad, el pivote del PSG reparte fútbol a los costados, filtra balones al 10, encuentra a los delanteros o agarra el balón para rematar, e incluso regatear entre 4 jugadores como lo hizo en Barranquilla.

Esta vez, Reinaldo posee al delantero ideal para hacerle removerle esas libertades al 5 de Argentina; con la capacidad de sacrificio e inteligencia defensiva de Rafael Santos, quizás podamos montar una Alianza contrarrestar El Eje de creación argentino y montar algún contragolpe letal.

¿Y Muriel para cuándo?

El 4-4-2 de Reinaldo hace que casi todos sus jugadores se desempeñen en sus roles naturales, sin embargo, parece que el sacrificado es Muriel, involucrado en un rol de mediapunta que no logra interpretar con claridad. En Atalanta, Luisfer también acompaña a Duván en la delantera, pero con un enganche muy llegador a sus espaldas, que le quita la responsabilidad de replegarse a conectar con mediocampo y defensa y le permite encontrarse constantemente de frente al arco rival y la posibilidad del 1 contra 1 en alguna banda.

Desafortunadamente, ni Reinaldo ni Muriel encuentran la forma de desatar sus capacidades ofensivas y, ante una desventaja frente al sacrifico defensivo de Borré, estamos perdiendo el jugador más talentoso en el grupo.

¿Llegaremos a ver, al menos, unos buenos minutos de la versión del delantero emergente más certero del mundo contra una defensa argentina cansada?

¿Cómo alcanzaremos la victoria contra Argentina?, opine.

¿Cree usted que Scaloni nos presionará nuevamente en los primeros minutos?, ¿o guardará sus restos físicos para no sufrir al final del partido como en Barranquilla?

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