De pandilleros a sectarios

Ahora que estoy viendo la serie “Los Billis” en una de tantas plataformas de streaming, me encuentro ofendido con la decadencia de la rebeldía juvenil acaudalada en Colombia. Antes, la irreverencia escolar venía de la mano de sectas callejeras, peleas en la calle, microtráfico de marihuana y delincuencia en los centros comerciales “play” de Bogotá. En contraste, ahora, nuestros muchachos se disfrazan de coreanos, idolatran figuras no binarias en internet y no salen a la calle ni para comerse una empanada.

Y yo pienso que la culpa de esta transición entre pandilleros callejeros y la generación de cristal de ahora es culpa de mi generación, la de los treintones. Ubicada en la mitad, mi generación creció con aspectos de ambos mundos: alcanzamos a jugar fútbol en la calle, a asistir a peleas de pandillas en fiestas de 15 años; pero también nos moldeó el internet, el chat y la sustitución de las pandillas de barrio por algo peor: las organizaciones de voluntariados e intercambios para forjar los líderes del futuro.

Durante el colegio tuve que evadir a Los Caballeros de La Virgen. Y en la universidad tuve que distanciar múltiples allegados que cayeron los rituales de iniciación de AIESEC, las forjadoras caminatas sobre brasas, y retiros espirituales cristianos. Sobreviví, por poco. Pero muchas almas vulnerables no contaron con la misma suerte.

Mis únicas sectas han sido el Mayer-Candelismo en el campeonato de millonarios en el 2012; la James-Manía en el 2014. Después del último partido de Colombia, no descarto que mi próxima institución sectaria sea la “Fundación LUCHO para mi país”.


Paraguay

Estilo inmutable.

La Federación Paraguaya de Fútbol sigue en la búsqueda de un entrenador que le devuelva la gloria a su marcado estilo de fútbol. Después de un intento fallido de cambio con Juan Carlos Osorio, son pocas las ideas nuevas que se han implementado desde el banquillo en la selección Guaraní. El Toto Berizzo y Guillermo Barros Schellotto no consiguieron resultados ni armaron una estructura que potencie a sus talentos que hoy se destacan en Europa.

Jugadores como Ramón Sosa, Julio Enciso y Miguel Almirón deberían ser el centro de esta selección. Pero las lesiones y el inmutable estilo “Guaraní” no les permiten brillar como lo hacen en sus clubes.

En adición, tras un inicio de Eliminatorias con muestras de buen juego, pero carente de goles y de puntos, los directivos paraguayos decidieron entregarle la selección a Daniel Garnero y prescindir del ex DT de Boca Juniors, Barros Schelotto; un conocedor del fútbol paraguayo, con trayectoria amplia en ese país. Por lo tanto, no se espera un gran cambio en el tradicional estilo de juego de Paraguay.

Como en muchas selecciones, el debate entre el “ADN” de su fútbol, y la búsqueda de resultados positivos con escaso tiempo de trabajo, termina convirtiéndose en un lastre que no le permite a los aficionados gozar de una selección paraguaya ganadora desde hace ya muchos años.


La Paraguay de Garnero

Lo primero es no confundir a Gamero con Garnero.

En su poco tiempo con la selección, Garnero ha variado su sistema táctico, para acomodarse a su rival. Visitando a Argentina armaron un 5-4-1 ultra defensivo y en su casa recibieron a Bolivia con un 4-2-3-1, con un enganche, pero terminó ganando el partido con dos centrodelanteros en cancha. Finalmente, en su último encuentro con Chile en Santiago, finalmente se vio una idea clara:

4-4-2 con 2 delanteros y extremos con perfil cambiado
4-4-2. Bloque medio en defensa

La Paraguay de Garnero fundamenta su estilo en el juego largo. Por un lado, buscan a sus delanteros con pases directos para ganar los rebotes y sorprender al rival con sus extremos a perfil cambiado y la llegada de los volantes y laterales para finalizar en el área. En segunda instancia, utilizan a sus ‘nueves’ para atraer a la defensa rival y provocar espacios para pases largos dirigidos a sus extremos o laterales, de cara al arco.

En defensa, Paraguay se siente cómoda defendiendo con un bloque y bajo, que no se apura para presionar al rival y le permite avanzar, para generar espacios para aprovechar en el contragolpe. Son muy fuertes, a veces demasiado, en la disputa de balones divididos.

En su casa, Paraguay luchará por un resultado positivo después de un sufrido empate en Chile. Pero difícilmente montará un aparato ofensivo descontrolado, y probablemente quiera explotar los espacios que deje la selección de Lorenzo al atacar y su ya conocida presión alta.


Claves para la victoria ante Paraguay

Listos para el roce

Como ya lo mencionamos, el juego largo de Paraguay es la base del sistema ofensivo de Paraguay. Con Gabriel Ávalos y Antonio Sanabria recostados contra nuestros centrales, el juego físico entre ellos, sumados a la disputa de las segundas jugadas (rebotes) será la batalla principal. Ellos saben que el bloque de presión de Lorenzo es fuerte y querrán atraer a nuestros mediocampistas y delanteros para saltarlos con pases frontales y construir juego a partir de allí.

Por este motivo, es de vital importancia la capacidad de ganar duelos aéreos. Con una gama de centrales de envergadura, en lo personal, yo me decantaría por la dupla de Lucumí y Yerri Mina. A pesar de los pocos minutos con su club, Mina tiene una capacidad innegable de dominar a los centrales posicionales que enfrenta, desde Lewandoski, hasta Paolo Guerrero y Moreno Martins.

En partidos de este estilo, la concentración de los centrales marcará la diferencia Recuerdo un partido lleno de errores por parte de Dávinson en Asunción, en la época de Reinaldo Rueda. Adicionalmente, espero que la zaga cuente con el apoyo de un jugador fuerte como Jefferson Lerma para la disputa de balones divididos.

Retroceso

En contraprestación del excelente sistema de presión plasmado por el cuerpo técnico de Colombia, hemos visto un retroceso y un bloque defensivo bajo deficiente.

Cuando Brasil, Uruguay y Chile lograron “bypasear” la presión de Borré, James y compañía, hemos tenido problemas que Camilo Vargas, los centrales y El Divino Niño (y no me refiero a Giovanni Hernández) han tenido que solucionar.

Por lo tanto, sabiendo que Paraguay querrá ahorrarse problemas y saltará la presión colombiana con balones largos, nuestro bloque defensivo tendrá que retroceder con mayor eficiencia y apoyos claros.

Pases largos Paraguay

En Ecuador, Colombia se aseguró en defensa con una defensa de 5 jugadores, con tres centrales (Dávinson, Cuesta y Mosquera) mientras que Machado y Jhon Arias cubrieron los carriles. Dudo que Lorenzo repita un esquema similar, pero sí va a requerir apoyo defensivo de sus delanteros (extremos), si el DT repite el 4-3-1-2 con Borré y Lucho en punta.

Velocidad en la derecha

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Tácticamente, el engranaje ofensivo de la selección por la derecha, con Uribe, Muñóz y Borré, ha funcionado muy bien. Pero se ha visto opacado por el contraste con la profundidad y brillantez de Lucho Díaz en el costado izquierdo. Los goles de esta selección han llegado por ambos costados; sin embargo, las críticas a Santos Borré, sobre todo en comparación con Luis Díaz, se mantienen partido a partido.

Esta críticas no carecen de fundamento. Rafael ofrece capacidad de presión al rival, buena circulación del balón y excelente movilidad. Pero paras transiciones rápidas, el uno contra uno y para ofrecer “mayor presencia en el área”, es evidente que opciones como Luis Sinisterra, Jhon Córdoba y Cucho Hernández son alternativas razonables.

Así mismo, Matheus no satisface al espectador ni al periodista con unanimidad. Su conocimiento del sistema de Lorenzo y ‘trayectoria’ con la selección lo avalan con el DT. Pero su aporte defensivo debe ser mejor, si desea mantenerse en el XI titular.

En consecuencia, no creo que el cuerpo técnico vaya a meterle mano a este engranaje en su totalidad. Esperaría quizás un cambio, con Ríos por Uribe o Sinisterra por Borré para tener dos flechas en el contragolpe junto a Lucho Díaz y controlar a los laterales paraguayos.

Actualización Eliminatorias 2025

Paraguay de Alfaro

Una vez más llega el cuerpo técnico del entrenador argentino, ex comentarista del Gol Caracol y promotor de la goleada histórica que terminó en otro entrenador colombiano dejándonos por fuera de un mundial, a guiar el renacer futbolístico de una selección, aprovechando una generación de jugadores favorable.

Esta vez con un 4-4-1-1, el profesor Gustavo Alfaro, mantiene el estilo tradicional charrúa, pero le ha regresado la eficacia en ataque y los resultados positivos, permitiéndole a su selección escalar en la tabla de posiciones y no solamente ir al mundial, sino seguramente soñar con una presentación destacada.

Portafolio a Balón Parado

Una de las virtudes de Paraguay siempre fue la eficacia en jugadas a balón parado. Sin embargo, el aumento del promedio de estatura en selecciones como la colombiana, ecuatoriana y la venezonala han mermado esta capacidad charrúa. Por esta razón, el profesor Alfaro ha implementado todo un menú de jugadas preparadas para aprovechar ya no tanto la estatura de sus jugadores sino su profesionalismo y actitud combativa.

En su último partido en casa frente a Chile, Paraguay mostró fácilmente 10 jugadas distintas que los chilenos no lograron contrarrestar y resultaron en peligro grave.

Si bien Colombia ha mejorado mucho en este aspecto, el entrenador tendrá que decidir a qué defensa central utilizar ante la ausencia de Dávinson Sánchez por su contusión frente a Brasil

Los medios quieren y muchos hinchas prefieren la opción de Carlos Cuesta pero ante la amenaza física en el juego directo y el peligro aéreo que impondrá esta renovada versión de Paraguay, Yerri Mina debería ser el central encargado de liderar la defensa colombiana y el control del delantero Antonio Sanabria.

La tripleta paraguaya

El renacimiento de esta selección pasa, principalmente, por sus tres mediocampistas de ataque, Julio Enciso, Miguel Almirón y Ramón Sosa. Tres jugadores que mezclan la velocidad y la capacidad en el duelo individual con la combatividad y sacrificio paraguayo junto con inteligencia para leer los momentos del partido.

Ellos interpretan en qué momentos deben atacar con velocidad, prolongar la posesión del balón y cómo ubicarse dependiendo de la necesidad de la jugada. Además los tres cuentan con excelente media distancia, herramienta clave que Bolivia, Ecuador y Brasil aprovecharon en momentos clave para anotarle a la selección colombiana.

No creo que Lorenzo repita el 4-4-1-1 -con Arias ubicado en la banda derecha- que utilizó en Brasilia después de recibir el primer gol. En Barranquilla, seguramente el DT querrá imponer su 4-3-1-2, para prevenir el desgaste de Lucho Díaz y Arias corriendo por las bandas.

Es por esta razón que, para contrarrestar la capacidad de la triplega paraguaya será clave el cubrimiento horizontal de la cancha entre Lerma, Ríos, Arias y los laterales.

Paciencia

Es claro que Paraguay armará un bloque medio y tratará de ahogar la creatividad de la selección de Lorenzo y no correrá mayores riesgos con una presión asfixiante o con laterales proyectados al ataque en Barranquilla. En resumen, Alfaro querrá replicar el último partido de Ecuador en El Metropoliatno.

Por lo tanto, el cuerpo técnico del profesor Lorenzo debe darle, a través de su planteamiento, las herramientas necesarias al equipo para mitigar cualquier riesgo de recibir un gol iniciando el partido y para evitar la acumulación de ansiedad en el equipo en el segundo tiempo si las cosas no están funcionando.

Contra Brasil, lastimosamente, las decisiones del entrenador pusieron a sus dirigidos en situaciones dificiles:

  • Pimero, un esquema inicial en cancha incapaz de presionar o replegarse adecuadamente en Brasil (que corrigió a partir del penalti de Raphinha).
  • Luego, unos cambios que le quitaron a sus dirigidos en cancha la posibilidad del juego largo o de mantener el balón lejos de su arco (Borré y Carrascal por Córdoba y Arias).
  • Finalmente, retuvo en cancha a jugadores exhaustos, que ya no estaban aportando lo suficiente en marca para apoyar a un bloque retrasado, de visita ante Brasil. Portilla, Santi Arias, Borja, Marino, y Mina pudieron aportar frescura en las bandas o marca en carriles interiores.

Si un entrenador se equivoca empezando el partido y no le brinda herramientas a su equipo en momentos clave, es normal que aparezcan las fisuras tácticas y aparezcan esos tristes goles empezando y terminando los juegos. Y estos errores empiezan a manifestarse desde la confección de la lista de convocados, de los recursos que siente en el banquillo o envíe a la tribuna y las decisiones del cuerpo técnico en cancha.

En conclusión

En en análisis de la lista de convocados (léalo acá) se planteó que el único camino para la reivindicación de la selección pasa por la retroalimentación del cuerpo técnico en sus errores, no en justificarse en las desconcentraciones de sus dirigidos o la mala suerte.

Si el director técnico entiende las debilidades de su esquema, confecciona la lista de recursos para este partido con más coherencia, y lee de mejor manera los cambios en el encuentro, seguramente sus dirigidos se sentirán más arropados tácticamente y usufructuaremos los momentos clave en lugar de sufrirlos.

Lo último que queremos es que Paraguay encuentre un gol rápido (como Ecuador), o mantenga un empate, y luego juegue con la ansiedad de una selección sin gúia y un entrenador haciendo cambios desesperados, incoherentes o innecesarios. Hagamos una cadena de horación para no tengamos la necesidad de terminar el partido lanzando centros angustiosos a Córdoba, Borré y Durán al mismo tiempo.

¿Cómo alcanzaremos la victoria contra Paraguay?, opine.

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