Colombia, entre el idioma y los escándalos

Vivir en Colombia es tener que adaptar nuestro lenguaje a todo tipo de términos para procesar los infinitos escándalos de violencia, corrupción y colombianidad que experimentamos durante nuestras vidas. Así como en el fútbol hay conceptos extraños que necesitan explicación, los colombianos, mayores de 30 años, también debemos conocer varios términos.

Por cada ”bloque defensivo” hay un ”Bloque Capital” por cada ”seguridad en la salida” hay una ”seguridad Democrática”; por todo ”Plan de juego” hay un ”Plan Colombia”, por todo ”robo de balón” hay un ”Reficar”; cada ”falso nueve” tiene un ”falso positivo” y cada ”tocar el balón seguro” tiene su ”Agro Ingreso Seguro”.

La lista es infinita, así que si tienen algún otro símil entre el fútbol y nuestro circo, escríbanme para “abudinear” sus ideas y compilarlas en un poema para la posteridad. Ahora sí hablemos de Chile:

Chile

Lasarte y una Chile flexible sin cambio.

La ex selección de Rueda cambió de DT buscando alejarse del estilo indefinido de juego que hoy “gozamos” en la selección Colombia. Lastimosamente, en cuestión de ubicación en la tabla de posiciones su situación no ha cambiado y su estilo de juego… tampoco.

Su base de jugares es la misma, el sistema aún carece de renovación importante en la ofensiva y la escasez de gol persiste, a pesar de ser un equipo trabajador y flexible tácticamente. Sin embargo, están en la pelea para ingresar al cupo que hoy “gozamos” en la Eliminatoria.

Más allá del DT, este equipo se perfila más por sus jugadores. Esta selección cuenta con los futbolistas más versátiles de la Confederación. Sobre todo en el mediocampo, que, en calidad, compite con los mejores del mundo; configurado por volantes inteligentes de primera línea, volantes mixtos y enganches de excelente manejo del balón.

Su versión de Chile

En términos generales, esta selección modifica su esquema de juego dependiendo del rival. Cuando se enfrentan a un rival muy capaz en el centro del campo, el DT se inclina por un 5-3-2 para congestionar el sector con muchos hombres. En cambio, cuando el rival se despliega principalmente en los costados (como Ecuador), plantea un 4-4-1-1 con extremos definidos y marcadores de punta muy conservadores. De esta forma, se pueden adaptar para presionar o esperar al rival con facilidad.

Para iniciar juego, cuentan con dos recursos: excelente salida desde atrás con centrales y volantes dúctiles y un portero que maneja el balón mejor que algunos defensas – en un mal Día-vinson –. Por otro lado, cuando quieren ser más directos, buscan la fortaleza de Arturo Vidal con pases largos; en este equipo, el ‘Rey Arturo’ asume un rol más ofensivo, a veces detrás del centrodelantero o incluso como un ”Falso 9” (rol de Eduardo Vargas) en medio de dos delanteros externos (normalmente Alexis y Meneses).

En fase ofensiva es donde encontramos problemas debido a que, a pesar del gran juego asociativo de sus delanteros, carecen de la explosividad final para desequilibrar una defensa bien ubicada y tampoco cuentan con una fuerza goleadora excepcional; es por esto que Vidal es desplegado lo más adelante posible, tratando de compensar es déficit anotador.

Para este encuentro, el cuerpo técnico de Chile tiene dos bajas importantes que seguramente modificarán, una vez más, su formación en cancha, y que dificultarán la preparación táctica de Reinaldo. La ausencia de Eduardo Vargas impactará el modulo de ataque y la posible baja de Aránguiz afectará al equipo holísticamente. Acá unas posibles opciones:

Sin Aránguiz, con defensa de 5
Con Aránguiz y marcadores de punta

Si el DT quiere ahogar a una posible dupla Borja-Borré y no le teme a Tesillo y Muñóz, podríamos encontrar una defensa de 5, poblada en la mitad, con Vidal enganchando el mediocampo con el ataque e incomodando nuestra salida. Además, veremos extremos y laterales listos para el contraataque.

Si el DT quiere evitar que Cuadrado y Díaz estén mano a mano constante con sus laterales, el 4-4-1-1 sería la opción más lógica, con Isla respaldando la banda derecha de Paulo Díaz. Para este esquema, sería fundamental reemplazar la función de Vargas, como ”Falso 9”, quizás con Valdés (enganche por naturaleza).

Claves para la victoria ante Chile

Presión

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Tal y como lo he mencionado en anteriores análisis, este es un punto para destacar contra Chile, sobre todo con la inseguridad con el balón de nuestros zagueros y de volantes primera línea en salida (por favor, no confundir con la primera línea colombiana guerrillera, comunista, satánica, neonazi, iluminati, terraplanista y co-creadora del coronavirus). Bielsa, Sampaoli y el propio Rueda han utilizado, con excelentes resultados, esta estrategia para doblegarnos futbolística y anímicamente.

Así como Lasarte plasmó el recurso del balón largo a Vidal, nosotros deberíamos repetir los balones largos a jugadores como Róger, Borja y Díaz, que les gusta el contacto físico y ganan, cada uno en su estilo, ese tipo de jugadas.

Empujar y dominar

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Si el equipo de Rueda logra gestionar el punto anterior y salimos de una posible presión en campo propio, tendrá una gran oportunidad. Según lo visto sus últimos partidos, cuando Chile repliega su bloque defensivo, surgen problemas para mantener alta intensidad en marca. Esto genera espacios para pensar y filtrar pases o rematar al arco; contra Ecuador se evidenció una marca muy pasiva por parte de el ”doble 5”, Vidal y Meneses.

Así mismo, los mejores pasajes de esta selección Colombia se han visto cuando logra posicionarse en campo rival; moviendo el balón de un costado al otro y buscando el espacio sin presión. En resumen, este podría ser un escenario para explotar, al mismo tiempo, una debilidad chilena y una fortaleza de Rueda.

Jugando en Barranquilla, el cuerpo técnico debe recalcar esa intensidad de juego para dominar al rival y acorralarlo en su propia área, ganar las segundas jugadas y mantener el ritmo de ataque. Este partido no se puede jugar en la mitad del campo.

Definir módulo de ataque

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El cuerpo técnico inició con Duván y Muriel en la delantera, en el siguiente encuentro fue con Borja y Borré, luego cambió y juegó con Cardona de 10; después se inclinó por Róger con Cuadrado en el centro y Quintero a la derecha; finalmente, regresó a la dupla Borja-Borré ¿Al profesor Reinaldo le pasa factura “rotar” tanto su módulo de ataque?¿O esta indecisión tiene que ver con la falta de respuestas del sistema de juego del entrenador?

La constante “adaptación al rival”, la carencia de herramientas tácticas ofensivas de este 4-4-2/4-2-3-1 y, siendo justos, la irregularidad de los delanteros y enganches en la selección están provocando una sequía goleadora propia de las selecciones Colombia de finales de los noventa y los inicios del 2.000. Cada día me siento más cerca a las épocas del Proceso 8.000 y un Congreso doblegado por unas nalgas de ascendencia lituana.

Balones quietos

Para terminar, debo reconocer la tarea defensiva en acciones a balón parado que ha desarrollado este cuerpo técnico. Contra Paraguay estuvimos seguros, incluso sin Yerry Mina. Pero, ahora contra una selección chilena con centrales altísimos como Maripán o Roco, y cabeceadores mañosos como Vidal y Pulgar, no podemos dar un centímetro de papaya. Sobre todo ahora, con Cuesta (a quien le he visto cierta debilidad en este aspecto del juego en Bélgica) en reemplazo de Dávinson.

¿Cómo alcanzaremos la victoria contra Chile?, opine.

¿Cree usted que Lasarte nos presionará en los primeros minutos?, ¿o nos concederá espacio para contraatacarnos?

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