Por fin se acabó Octubre y su triste realidad para los que llegamos a los 25 años: Halloween pasó de ser una fecha de amigas y conocidas con sensuales disfraces en alocadas y costosas fiestas a ser una fecha de disfraces ‘aptos’ para oficina en sus aburridos y corporativos lugares de trabajo. La noche de brujas se volvió, básicamente, una competencia de disfraces en conjunto de los integrantes del área de comercial contra los de contabilidad.
Lucifer se revuelca en su trono muerto de aburrimiento, o quizá muerto de la risa, por la ridiculez que representa una o un funcionario disfrazado de ‘Zombie’ o de Drácula trabajando en el calendario de pago de impuesto de renta del trimestre o haciéndole una presentación de incremento en ventas a su jefe, que está vestido de Capitán América o Batman, así la barriga le deforme esos artificiales abdominales de espuma y plástico de esos infames disfraces comprados en Cachivaches o cualquier otra tienda de cosas de esas. Recapacitemos, por favor.
Lo bueno es que empezó a terminarse el año con la llegada de Noviembre, el mes más olvidado que el primer apellido de Éder Balanta, y llegó la nueva doble fecha de Eliminatorias, en la que nos tocaba empezar contra Chile en Santiago. Era un partido difícil, con una serie de componentes que generaban presión y angustia al cuerpo técnico: la renuncia del presidente Bedoya, parte de la prensa volcada a la agresiva crítica del Cuerpo Técnico, las lesiones, los bajos rendimientos y la poca fe en el equipo tras el regular desempeño de la Selección ante Uruguay en Montevideo.
Sin embargo Pékerman continuó su trabajo, hizo su convocatoria, y paró el siguiente equipo anoche en Santiago:
Un 4-3-3, incluso un 4-3-1-2, con el que Pékerman quiso jugar a enviar pases largos (ante las limitaciones en juego asociado de los tres volantes de marca) a Jackson Martínez, que tenía la tarea de pivotear para que entre James y Muriel, jugando de ambos muy cerca del ‘9’ como mediapuntas, realizaran ataques rápidos por la zona central del campo. Arias y el debutante Daniel Torres fueron los únicos jugadores que trataron de desprenderse en ataque. Tuvimos profundidad y demostramos que teníamos con qué hacer gol a pesar de no poder controlar el balón y sucumbir, en el medio campo, ante la presión Chilena. Lastimosamente, la anotación no llegó.
Colombia en defensa decidió esperar, cubriendo casi todo el segundo cuarto de cancha con sus cuatro defensas y un mediocampo compuesto por tres volantes clásicos de marca en el que Torres y Mejía debían proveer cobertura y apoyo a sus correspondientes laterales mientras que también debían neutralizar a los rivales que intentaran avanzar por el camino central de la cancha. Ellos no pudieron hacer ni lo uno ni lo otro… Constantemente, ellos se vieron superados en el uno a uno, cometiendo muchas faltas, y los laterales casi siempre se vieron solos contra uno o dos rivales. Muy de vez en cuando, James y Muriel se incorporaron a la defensa para ayudar a la línea de volantes
Nos superaron ampliamente, y a pesar de no llegar constantemente con peligro, nos generaron las faltas necesarias para encontrarse con el gol terminando el primer tiempo (como es usual). Tristemente, nuestra vulnerabilidad en defensa para balones quietos, desde los costados, nos está sacando canas.
Empezamos el segundo tiempo con el mismo esquema. Sin embargo, ante el empuje de Chile y la posible expulsión de Carlos Sánchez, el DT decidió cambiar a un 4-2-1-3 o un 4-2-2-2 en el que Cardona entró, por Carlitos, a jugar de ’10’ para acompañar a los 3 de arriba y poder construir un poco mejor los contragolpes. Arias y Fabra se soltaron un poco más y gracias al partidazo que se jugó Muriel, James logró marcar el gol del empate. Cardona ayudó muchísimo aguantando la marca de Vidal para no ceder el balón tan fácilmente y eso nos permitió llegar con mayor facilidad al área Chilena. El sistema ofensivo planteado por Pékerman funcionó y, si no es por el árbitro, nos hubiéramos encontrado un gol de penalti válido por 2 puntos más.
En defensa, sorpresivamente, la salida de Carlos Sánchez ayudó a que Mejía y Torres mejoraran muchísimo su desempeño y a que ellos dos solitos pudieran cubrir el medio campo que tanto nos costó en el primer tiempo. También los centrales amarraron un poco mejor a Vargas y a Alexis Sánchez y lo mismo hicieron Fabra y Arias con Beausejour e Isla. Además, Cardona ayudó a los dos ‘cincos’ cuando les quedaba algún espacio sin cubrir; y finalmente, en los últimos minutos del partido ingresó Felipe Pardo por Jackson, al parecer con esguince de tobillo y fue al costado para colaborar en marca. Bacca entró por Muriel.
Logramos neutralizar a ese Chile que nos ahogó en ataque en la primera mitad y pudimos haber ganado el partido. Pékerman tomó excelentes decisiones con la alineación de Muriel y Jackson; también con el esquema ofensivo, los cambios al segundo tiempo y las indicaciones para mejorar el nivel de jugadores claves en la defensa y el mediocampo de contensión.
El cuerpo técnico volvió a mostrar gallardía e inteligencia y eso fue lo que más me gustó del partido. Ustedes ¿qué opinan del partido? Invitados a dejar sus opiniones en mi cuenta de Twitter @SantiCabG y a compartir este blog en sus redes sociales con sus amigos y también sus enemigos. Antes del partido contra Argentina habrá una entrada previa y posteriormente tendremos la segunda mitad de este capítulo.
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