Después de la angustia en La Paz contra Bolivia, le llegó la hora a Pékerman para sacar adelante la principal materia pendiente en estas Eliminatorias: el buen juego y los buenos resultados en la casita, en el barrio, en el hábitat Barranquillero. Llegó la hora para que el cuerpo técnico vuelva a generar respeto y los tres puntos en casa sean un hecho de ahora en adelante.
Jugando bien, por supuesto. El pueblo Colombiano; después de comer tanto pescado, de la excesiva exposición al incienso de iglesia, y de tomar tanta agua de piscina de balneario tercer-mundista repleto de niños, zancudos y ancianos; necesita urgentemente estabilidad de índole estomacal. Sufrir tanto no es bueno para nuestro sistema digestivo como nación soberana.
Para lograr el buen juego y un mejor resultado en casa, el cuerpo técnico debe plantear un partido muy inteligente; y si por casualidad Pékerman y sus colaboradores se pasan por este blog, acá les van unos tips que, en mi opinión, podrían ayudar:
1. “Que no pase lo que pasó con Argentina”, como sabiamente dijo nuestro Cristiano Zapata. Y no solamente con ellos, también sucedió con Perú y Venezuela en Copa América; con Uruguay y nuevamente con Perú en Eliminatorias. ¿Pero qué han tenido todos ellos en común?, ellos nos han entregado deliberadamente la iniciativa ofensiva, iniciativa que no hemos gestionado sabiamente. Estrategia que Ecuador debe estar considerando seriamente, después de revisar los videos.
En Barranquilla (y en territorio neutro, contra ciertos rivales) no podemos escapar de la obligación de salir a buscar la victoria. Ellos lo saben y basan su estrategia en bloquear nuestros intentos de ataque para contragolpearnos y administrar el desespero de los jugadores y la hinchada colombiana (lea un ejemplo acá). En pocas palabras, ellos ubican a su equipo de tal forma que nuestros generadores de peligro no pueden desplegar sus talentos y así nuestros ataques no funcionan. Hay que contrarrestar esa estrategia si queremos ganar.
2. La estrategia de nuestros rivales ha funcionado, principalmente, por una deficiencia en nuestro medio campo de primera línea, que es el encargado de encontrar, en posiciones favorables, a nuestros creativos. Esta vez tenemos a jugadores como Aguilar, Cuéllar y Pérez que se especializan en cumplir con ese rol y es necesario fortalecer esa fase del juego (la gestación de fútbol) con ellos para facilitarle la vida a James, Cuadrado y compañía. Las paredes en el medio campo, los traslados adecuados del balón, los cambios de frente y los pases entre líneas han brillado por su ausencia en la Selección desde, valga la redundancia, la ausencia de Abel Aguilar. Hoy lo tenemos, ojalá lo sepamos valorar.
3. Oh divino José Néstor, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios. Si al minuto 25 no hemos anotado gol y empezamos a notar la cara de angustia característica de Giovanni Herández a nuestros jugadores, seguramente no ganaremos el partido; mucho menos si desde las gradas empiezan los chiflidos, gritos de desespero y los insultos curramberos. El cuerpo técnico debe transmitirle paciencia, quizá con sesiones de Yoga o de Salsa Choque experimental de relajación – si eso extiste-, a sus dirigidos. La defensa Ecuatoriana es propensa a cometer errores y a perder la concentración en momentos clave; si jugamos tranquilos, sin desesperarnos, tarde o temprano ellos se van a equivocar y con claridad mental vamos a sacar provecho. Goles empezando o terminando los tiempos, jugadas a balón parado o de saques de banda y los momentos de ‘calma’ serán las instancias claves para encontrar la equivocación en nuestro rival.
4. Este será un partido para apelar a la técnica y la inteligencia, pero no olvidemos el físico. No debemos dar ventajas en la parte física, para eso tendremos de regreso a Zapata, sin embargo, un par de jugadores con fortaleza o actitud Gerardo-Bedoyística son fundamentales en el once titular. Adrían Ramos, Víctor Ibarbo, Óscar Murillo, Daniel Torres y Edwin Cardona son algunos de esos futbolistas que podrán devolver una (o varias) de esas entradas fuertes que seguramente James y Cuadrado sufrirán como para que nuestros oponentes se la piensen dos veces antes de repetirlas. Será clave que el juez sea algo… localista.
Para concluir, no sobra decir que necesitamos la victoria para que el esfuerzo en La Paz no haya sido en vano. No alcanzar el objetivo obligará a tomar medidas al respecto y es probable que, según el resultado del encuentro, cambien los objetivos trazados para La Copa América Centenario e incluso el cuerpo técnico que entrene a la Selección en esa competición. Ojalá sea el de José Nestor Pékerman, pase lo que pase.
¿Ustedes qué le recomendarían al cuerpo técnico de la Selección? Como siempre, están bienvenidas sus opiniones y comentarios en mi cuenta de Twitter @SantiCabG. Los invito a compartir esta columna y este blog con todos sus amigos y enemigos, en todas sus redes sociales. Se los agradezco y nos vemos con el análisis de la doble fecha el día siguiente al partido.
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