Los partidos de selección entre semana tienen una ventaja:
Nos ahorramos el homúnculo, el engendro, de lo que acá llamamos “el Asado colombiano”. Usualmente, en estas tierras ricas en diversidad de frutos de la naturaleza y reggaetoneros desafinados, somos expertos en copiarnos de cosas que vemos en el exterior; empezamos con los formatos de torneo del fútbol argentino y ahora vamos con los cánticos y la cultura “barra brava” del sur del continente.
Sin embargo, el hermoso ritual del Asado, que es algo que SÍ debimos emular al pie de la letra, lo convertimos en un infierno para el diabético; un mar de papas, arepas y mazorcas conforman el 80% del banquete y apenas una mínima parte consiste en una carne de res, de paupérrima calidad, embebida en una aguada mezcla de cerveza y cebolla larga, que sirve más para apagar las brasas del carbón que para dar sabor al ya delgado pedazo de carne que, en nuestra tacaña interpretación del asado, cortamos en desgraciados e insignificantes trocitos para repartir. Entonces, ¡uno se termina llenando de puros carbohidratos y nada de carne, es una desgracia! Vivimos más pendientes de tomar trago y de poner la música a todo volumen que de preparar un banquete de calidad. Nuestro Asado es pura bulla sin sustancia, igual que el hincha promedio de la selección Colombia.
“Ay pero ese es el asado típico que disfruta el colombiano”
Sí, definitivamente el que no conoce a Dios, a cualquier santo le reza. Querido pueblo, recapacitemos y al menos copiemos bien este hermoso ritual de cultura y fraternización; bajémosle al presupuesto del trago y subámosle al de la carne, gastemos menos tiempo “azotando baldosa” y más tiempo aprendiendo a hacer un buen Asado.
Pasemos al fútbol. Este jueves nos enfrentamos contra la selección del profesor Pizzi con algunos rezagos del estilo que impuso Bielsa, obstaculizó Borgi, continuó Sampaoli y que tanto daño nos ha hecho. Ya con sus 28 recursos (revise el análisis de la lista acá), don José Pékerman afrontará este nuevo reto con la necesidad de siempre, ganar en casa.
Chile es un equipo muy ofensivo,
que presiona agresivamente en campo contrario, genera errores en el rival y llega con mucha gente a posición de gol. Además, ellos tienen una salida impecable con el balón y saben acelerar en el último tercio de cancha para sorprender defensas poco atentas.
Su figura, en ataque y defensa, es Arturo Vidal, que presiona, pega, recorre toda la cancha, tiene mucho criterio para pasar el balón y llega al área para anotar (ha marcado los últimos 5 goles de Chile, de forma consecutiva).
Teniendo en cuenta esta breve radiografía (y este otro resumen) de nuestro rival en clima barranquillero, podemos darle a don José estos tips para alcanzar la victoria, tan necesaria:
No más víctimas, de la presión.
Es hora que nuestros jugadores y esquema de juego no entren en “corto circuito” cuando nos apuran la salida con balón; nuestros volantes deben estar dispuestos a mantener el balón y circularlo eficazmente. Además, desde el cuerpo técnico deben aparecer variantes tácticas para cuando no sea posible salir con balón controlado. Nada de nervios.
Pelotazo largo SÍ, pero con buen destino.
Ecuador, de local frente a Chile, se saltó la presión rival, enviándole pases largos a sus potentes delanteros Enner Valencia y Felipe Caicedo, que a punta de fortaleza aguantaban el balón cerca al área de Bravo y generaban ataques rápidos por las bandas que complicaron mucho a los defensas australes. Ojalá nuestro milenario DT tenga pensada una alternativa similar con jugadores como Cardona o Copete que tienen el físico para esa táctica o como Falcao, experto en ese juego. Lástima Adrián Ramos y Duván Zapata viendo el partido desde la casita.
Pelear fuego con fuego.
Revisando el desempeño de Chile en Quito y en Asunción, ellos no son inmunes a la presión; si bien tienen muy buen pie desde el portero, pasando por los centrales y volantes de marca, también se ponen nerviosos cuando los apuran y cometen errores porque ellos saben que si envían pelotazos largos, no tienen delanteros que los aprovechen y perderían el balón rápidamente. Además, en el calor barranquillero no es fácil tener la cabeza fría para no equivocarse en esos primeros pases.
En Barranquilla Vidal no será comandante.
En la mitad del campo, Arturo Vidal está acostumbrado a entrar duro, pelear, organizar y a hacerse dueño del campo. Sin embargo, yo he visto su ímpetu flaquear cuando al frente tiene jugadores más fuertes que él. Yo espero que se encuentre con Carlos Sánchez y Abel Aguilar más seguido que con James o Macnelly; o si se va a encontrar con nuestros habilidosos, espero que ellos tengan la tan sobre valorada “viveza colombiana” de hacerlo amonestar.
Tenemos que ganar, SÍ o SÍ, gracias a los 3 puntos de escritorio que sumó Chilo que tanto nos amenazan con dejarnos momentáneamente por fuera del mundial.
¿Ustedes qué le recomendarían a Pékerman?, ¿cómo hacemos si Cuadrado no puede jugar?, ¿creen que sin él no podremos obtener un buen resultado? Están invitadísimos a unirse al debate con el #FCT en nuestro Twitter @FutConTilde y nuestro Facebook. Gracias por leer y no olviden compartir esta columna y blog con todos sus amigos. RT, Like, Compartir, todo es bien recibido, ¡saludos y a ganar!
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