Época de viajes
La selección Colombia se dirige a Chile para afrontar la segunda fecha de Eliminatorias. Pero el equipo de todos no es el único que aprovechó este fin de semana con festivo para viajar.
Al bogotano le fascina “cambiar de clima”; es decir, alicorarse, al borde de una alberca, atiborrado de picaduras de mosquitos en alguna municipalidad próxima a una desembocadura del río Magdalena.
El ciclo
Este plan milenario inicia con una odisea para salir de la capital y de su menos amigable distrito vecino. Luego, el ritual continúa con una parada en un conocido establecimiento sobre la carretera, donde la población bovina sonríe; la especialidad de este centro gastronómico es la comida criolla rápida, científicamente diseñada para inflamar cólones.
Acto seguido, ya en el destino, el viajero procede a embadurnarse en productos de cuidado del sol y, posteriormente, convertirse en el sustento alimenticio de los culícidos mutantes locales; todo esto mientras se intoxica con todo tipo de aguardientes departamentales. Este ciclo se repite unos dos o tres días, y dependiendo de la compañía (o del aire acondicionado), puede existir la posibilidad de apareamiento en piso térmico sofocante.
El ciclo de regreso
Finalmente, el ciclo se cierra con el viaje de regreso a la capital, acompañado por la misma parada gastronómica y odisea para entrar a la ciudad; solo que esta vez el viaje está acompañado por resacas, arrepentimientos, ardores causados por insolación e irritamiento por ácido fórmico.
Bueno, pero el viaje de la selección tiene otro propósito, enfrentarse a Chile. No me dejen desviar del tema…
Chile
Rueda en la cuerda floja
Igual que el Fiscal general de la nación (no importa cuándo leas esto), el profesor Reinaldo siempre está en peligro de ser despedido; sobre todo dependiendo de lo que ocurra en sus próximas horas.
En Chile no consideran que el DT esté a la altura del ocaso de su generación dorada. No obstante, Rueda no ha contado con la suerte de una renovación generacional; acorde con esta realidad, Reinaldo ha hecho lo posible para alargar la vida útil de sus recursos y compensar carencias en sectores del campo sin figuras internacionales.
Adicionalmente, para esta fecha de Eliminatorias, entre lesiones y el Covid, el cuerpo técnico cuenta con aún menos recursos de élite. A pesar de todos estos problemas, así funciona este Chile:
Ante Uruguay, Reinaldo planteó un 4-4-2 / 4-2-3-1 con Alexis Sánchez acompañando a Vargas en la delantera y Charles Aránguiz en rol de enganche tradicional. Extrañamente, Vidal acompañó el ataque menos de lo normal.
Sin laterales naturales en su lista, Chile carece de profundidad en las bandas; por lo tanto, su funcionamiento ofensivo se fundamenta en la capacidad de sus jugadores para encontrarse en los carriles interiores del campo.
Para defenderse, contra Uruguay el cuerpo técnico planteó dos ideas: Presionar la salida rival para generar contraataques rápidos y, una vez su presión es superada, retroceder y armar su módulo defensivo. Este módulo requiere que Aránguiz y, el extremo opuesto a Sánchez, se incorporen a la primera línea de mediocampistas para poder dejar a Vargas y a Alexis listos para el contragolpe.
Por otro lado, dada la contundencia mostrada por la delantera de Queiroz, no me extrañaría que Reinaldo utilice un 3-4-1-2 que rodee mejor a Duván, Muriel y a James; tal y como lo ha hecho en otros enfrentamientos contra Colombia.
Claves para la victoria ante Chile
Mentalidad y presión
Durante la rueda de prensa previa a esta fecha de Eliminatorias, el profesor Queiroz manifestó que Colombia debe ajustar cuentas con Chile, después de varios encuentros con resultados desfavorables. Para esto, será fundamental que el cuerpo técnico priorice la fortaleza mental de sus jugadores en Santiago.
El fútbol chileno de presión, intensidad y ataques rápidos en espacios cortos tienden a generar ansiedad y desacomodos anímicos en los jugadores colombianos; así como ocurrió en su último partido oficial en Copa América.
Desde el análisis previo a la eliminación en Copa América vs Chile (léalo acá), resalto que el cuerpo técnico debe trabajar la mentalidad de sus dirigidos para superar el complejo que tienen con Chile. Sobre todo en sus zagueros; la solidez de Colombia parte desde atrás.
Desequilibrio defensivo
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El cuerpo técnico colombiano identificó esta fisura en su equipo y cambió su sistema en el amistoso disputado pocos meses después, apoyándose en la polifuncionalidad de Yairo Moreno (ausente hoy en día). Por momentos, Colombia utilizó un 3-5-2 con Yairo de carrilero izquierdo.
Rueda tiene en su cabeza la ventaja que sacó ese día en Sao Pablo y ahora cuenta con Mauricio Isla para repetir esa estrategia. Y Queiroz tiene cómo contrarrestarlo.
Zona de contención
Naturalmente, la solidez defensiva es fundamental visitando a una selección difícil para Colombia. Por consiguiente, es fundamental advertir la capacidad de Chile para generar peligro en los carriles interiores del campo con la sociedad de Vidal, Aránguiz, Sánchez y Vargas.
En el gráfico se ilustra la capacidad de esta sociedad para generar juego en la zona marcada; que normalmente es muy congestionada.
El recorrido de estos jugadores en la selección y su capacidad técnica, les facilita destrozar defensas en cuestión de segundos. Adicionalmente, Rueda les ha brindado todas las herramientas tácticas para fortalecer este juego interno: Alexis de falso extremo, Vargas como “falso 9”, Aránguiz de “Trequartista” y Vidal con panorama desde un rol más retrasado.
El eje de contención de Queiroz con Barrios, Lerma y Cuadrado es muy sólido; no obstante, el cuerpo técnico tendrá que detallar el trabajo de sus zagueros centrales para gestionar delanteros movedizos que no serán referencias fijas para el juego físico que favorece a Dávinson y a Mina.
Brecha en Chile también
Como ya lo mencionamos, para ahorrarle desgaste físico a su gran figura, Alexis Sánchez, al perder el balón, Chile se acomoda en un 4-4-2 que deja al delantero del Inter como opción de contragolpe. En consecuencia de este movimiento, Aránguiz debe compensar el mediocampo, moviéndose de su posición, adelante del “doble 5”, hacia la banda izquierda.
Este acomodo de jugadores evita que Chile se pueda armar rápidamente en caso de sufrir un ataque por ese costado, y como consecuencia, Uruguay hizo mucho daño con Bryan Rodríguez en el primer tiempo.
Cuadrado, James y Muriel están hechos para aprovechar ese desajuste en la banda izquierda chilena y estoy seguro que el DT Queiroz ya tomó nota de esto.
¿Cómo alcanzaremos la victoria contra Chile?, opine.
¿Cree usted que Rueda optará por Isla para atacar a Muriel?, o por el contrario, ¿buscará solidez defensiva con cuatro centrales otra vez?, ¿tendrá Queiroz un plan si sufrimos otro accidente anímico?
Para finalizar, los invitos a que discutamos sus respuestas en nuestro Twitter o en nuestra cuenta de Facebook. No olviden apoyarnos compartiendo esta columna en todas sus redes sociales y contándole a sus conocidos sobre nuestro blog. Un abrazo.
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